La peor obsesión del deportista. La vigorexia Propiedades, Ventajas y Desventajas

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La peor obsesión del deportista. La vigorexia
Actualmente el culto al cuerpo es algo vital para muchos miembros de nuestra sociedad. Desde la adolescencia en adelante vemos como jóvenes y adultos siguen dietas estrictas y entrenamientos intensos para verse de la mejor forma posible. Una cosa es estar sano y en forma, pero la sociedad está confundiendo eso por culpa de los medios de comunicación, como el cine y la televisión.
En dichos medios vemos cuerpos perfectos de estrellas de cine, y lo más habitual es que la población quiera parecerse a ellos. Por ello intentan de cualquier forma, mediante dietas milagros, rutinas extremas o productos de dudosa fiabilidad, alcanzar dichos cuerpos apolíneos, pero lo cierto es que se convierte en una obsesión y deja de ser un hábito saludable y se vuelve, por tanto, perjudicial para nuestra salud.
Hoy vamos a centrar nuestra atención en una enfermedad que está afectando a personas de todas las edades, la vigorexia. Veremos qué es, sus causas, síntomas y consecuencias, además de otros aspectos que nos ayudarán a entender por qué este trastorno es considerado una enfermedad.
¿Qué es la vigorexia?
Cuando hablamos de vigorexia estamos haciendo referencia a un trastorno mental, que obviamente afecta a nuestra alimentación. Una persona vigoréxica va a tener una obsesiva idea de mantener una figura perfecta y, por tanto, va a hacer todo lo posible para que así sea.
Esta enfermedad que va a repercutir en el comportamiento de las personas suele ser más frecuente en hombres, pero también se puede dar en mujeres. Las edades suelen ser aquellas en las que la imagen personal es muy importante, pudiendo comenzar en la adolescencia y abarcando hasta los 40 años. No obstante, el tiempo es lo de menos, pues una vez se es vigoréxico va a ser complicado cambiar dicha enfermedad mental.
Podríamos decir que es una anorexia invertida, pues es un trastorno dismórfico corporal en donde va a haber una idea obsesiva y el paciente va a tener una imagen distorsionada de sí mismo, y va a querer tener siempre una mayor masa muscular y verse cada vez en mejor estado.
Como veremos más adelante, esta enfermedad no ha sido considerada como tal hasta hace poco, siendo simplemente catalogada como un comportamiento negativo mental, pero es obvio que repercute, no solo en el cuerpo del que la padece, sino también en la salud mental.
¿Qué tipo de personas son las que sufren la enfermedad conocida como vigorexia?
La vigorexia la puede padecer todo el mundo, pero sobre todo aquellas personas que tengan alguna de las siguientes características:
- Tener demasiados requisitos estéticos: son propensos a sufrir vigorexia aquellas personas que desean tener una imagen corporal perfecta y están continuamente mirándose en el espejo, y se sienten imperfectas. Podríamos decir que se trata de un tipo de comportamiento habitual en el trastorno obsesivo-compulsivo.
- Control del peso: aquellas personas que se están pesando continuamente, que intentan controlar las grasas que hay en su cuerpo y ver cuántos carbohidratos y proteínas comer al día suelen ser más propensos a sufrir de vigorexia.
- Pensamiento obsesivo: es probable que la vigorexia se pueda dar cuando se tienen pensamientos obsesivos, en donde la imagen personal es un factor determinante.
- Acoso: las personas que han sido denigradas o acosadas en su adolescencia, o a cualquier edad, por un aspecto físico, van a ser propensos a desarrollar vigorexia como una manera de escape a esas heridas del pasado.
Sintomatología de la vigorexia
- Excesivos entrenamientos: las personas que padecen de vigorexia se obsesionarán de tal manera en la construcción de músculo que tendrán unos entrenamientos demasiados intensos y duros, que con el tiempo pueden llegar a dañar su cuerpo.
- Pensamientos negativos: la persona vigoréxica se siente mal si no entrena, se siente mal si no cumple con sus requisitos. Por eso, es habitual que las personas vigoréxicas desarrollen emociones y pensamientos negativos que les impidan hacer sus actividades diarias de la forma más adecuada. En muchas ocasiones esto desemboca en un distanciamiento social.
- Alimentación y ayudas ergogénicas: las personas vigoréxicas optan por seguir una alimentación muy estricta, en donde solo comen ciertos alimentos que les aporten los nutrientes que más necesitan. Además, suelen optar por el consumo de fármacos, como esteroides anabólicos y hormonas para potenciar aún más su físico y, por tanto, comprometen su salud física y mental.
En resumidas cuentas, los síntomas más comunes en las personas vigoréxicas son los siguientes:
Alteración de la imagen corporal, es decir, no se ven como realmente están |
Obsesión muy peligrosa por la imagen corporal | No dejan de entrenar por miedo a perder sus ganancias |
Dedican demasiado dinero, tiempo y energía a dicha obsesión, llegando a consumir sustancias peligrosas, o a seguir dietas dañinas solo por conseguir el cuerpo perfecto que desean | Si no cumplen con los entrenamientos o la alimentación se suelen sentir mal por ello | Problemas de humor, teniendo una mayor facilidad para enfadarse y sentirse ansiosos. Esto se enfatiza más aún cuando no pueden entrenar |
Aislamiento social, ya que solo se centran en su obsesión | Dietas demasiado peligrosas, en donde se consumen muchas proteínas, pudiendo comprometer la salud del vigoréxico | Uso de fármacos para conseguir su cuerpo deseado, pero que pueden comprometer en gran medida a la salud |
Maneras de prevenir la vigorexia
La vigorexia se puede curar con tratamiento y ayuda psicológica, pero la mejor forma de prevenir esta patología es:
- Enseñar: desde que somos pequeños y en nuestro crecimiento es fundamental que nos enseñen en casa, en el colegio y demás centros institucionales, aptitudes y actitudes que nos llevarán al éxito, sin que este se alcance de manera compulsiva y/o obsesiva.
- Análisis médicos: es fundamental llevar un control médico para saber como andamos de salud. Esto puede ser algo fundamental, pues muchas personas se obsesionan cuando ya ven que tienen una gran cantidad de peso u otros problemas. Por eso, evitar esas situaciones puede ser una gran forma de prever este tipo de comportamientos obsesivos.
- No sobre esforzarse: esforzarse es bueno, pero cuando nos forzamos en exceso nuestro cuerpo va a sufrir. Las personas que desean un cuerpo 10, como los vigoréxicos, optan por entrenar de manera muy intensa con el fin de alcanzar su meta. Esto es muy peligroso, pues puede potenciar la aparición de lesiones, daños musculares y demás situaciones, que distan mucho de un cuerpo sano.
- Evitar negatividad: es fundamental saber cómo alejar los malos pensamientos de nuestra mente. Las personas que tienen problemas con su físico pueden desarrollar una vigorexia con mayor facilidad, pues se pueden llegar a obsesionar con él. Por eso, es fundamental desarrollar formas de evitar dicha negatividad.
Posibles tratamientos
Existen tratamientos que pueden mejorar la situación del paciente vigoréxico, pero lo cierto es que el mejor tratamiento posible es el educativo y social. La vigorexia es un trastorno cultural, pues la sociedad promueve estándares de belleza que para muchos son inalcanzables y terminan por convertirse en una obsesión.
Por ello, es fundamental acudir a un psicólogo o un terapeuta que les pueda ayudar a modificar su conducta vigoréxica con diversas pautas. Dichas pautas podrían ser:
- Establecer un entorno afectivo que nos apoye, como nuestra familia y amigos
- Controlar los niveles de ansiedad y euforia, en relación con el deporte. No pasa nada por no entrenar un día.
No obstante, podemos encontrar muchas personas que desean tener un cuerpo 10 pero que no necesariamente sean vigoréxicas. Para poder diferenciarlos se deben tener en cuentas los aspectos mencionados en líneas superiores, en donde se puede ver que las personas vigoréxicas están obsesionadas por alcanzar ese cuerpo mitificado.
Problemas que va a generar la vigorexia
La vigorexia es una enfermedad que puede provocar diversos problemas como los siguientes:
- Un mayor número de lesiones
- Desequilibrios musculares, haciendo que nuestro cuerpo se vea desproporcionado
- Problemas en los huesos, articulaciones, músculos y tendones. Todo esto producido por unos excesivos entrenamientos de alta intensidad, que únicamente van a comprometer la salud del organismo.
- Una alimentación muy estricta en donde se va a priorizar el consumo de proteínas, ocasionando múltiples trastornos metabólicos a nuestro organismo y, por tanto, comprometiendo nuestra salud.
- Pensamientos obsesivos de manera casi diaria, en donde la única meta es conseguir ese cuerpo tan ansiado, y en el caso de no conseguirlo aparecen pensamientos sumamente negativos.
- Problemas de humor, ansiedad, depresión, estrés.
- Distanciamiento social, en donde dejamos de hacer actividades porque nos quitan tiempo de entrenamiento. Además de sensación de soledad, porque las personas vigoréxicas sienten que sus más allegados no los entienden.
- Debido a las dietas tan estrictas se pueden dar problemas de salud, por ciertos déficits nutricionales.
- Uso de fármacos que potencien las ganancias musculares. Es habitual el uso de hormonas y anabolizantes en las personas vigoréxicas. Esto es muy peligroso, pues como solo desean obtener el cuerpo anhelado, les da igual lo que toman, aunque esto comprometa a su salud.
Nuestros consejos
Consideramos que la vigorexia es una enfermedad o un trastorno que compromete seriamente la salud del que la padece. Por eso, creemos que seguir los siguientes consejos son una mejor opción, que nos ayudará a mantener alejadas las conductas obsesivas, como las que generan la vigorexia.
- Debemos practicar deporte de forma asidua, a la vez que se tienen unos hábitos de vida saludables.
- Todo en exceso es malo, hasta el deporte. Por eso es importante entrenar en su justa medida.
- Si tiene dudas sobre alimentación o suplementación deportiva, pregunte a un especialista y no consuma sin saber.
- Un análisis al año no hace daño.
Mi testimonio
Me gustaría contar mi testimonio en este ámbito, pues fui vigoréxico desde mi adolescencia hasta los 21 años. De pequeño era más bajito de lo normal y nunca me gustaron los deportes. Por esos absurdos motivos recibí acoso escolar en más de una ocasión, y gracias al deporte encontré una ruta de escape.
Con los años crecí y dejé de ser ese niño bajito y débil. Las artes marciales y el deporte me acompañaron durante mucho tiempo, gracias a mi padre y con el tiempo, me inculcó el arte de levantar pesas. Al principio fue solo una práctica deportiva más, pero después me obsesioné con estar cada vez más y más fuerte para que jamás se repitiesen aquellos oscuros momentos en mi adolescencia.
Los años pasaban y con 17 años era el más fuerte físicamente de todo mi Instituto. Todo el mundo me halagaba, nadie se metía conmigo, y en los estudios iba genial. Por todo eso me aferré a la idea estar fuerte y acabé por obsesionarme de tal manera que nunca era suficiente.
Al final llegué a tal punto que entrenaba de manera excesiva, tuve lesiones e incluso llegué a obsesionarme tanto con la comida que tuve que ir al hospital. Después de ese susto me di cuenta de que los fantasmas de mi pasado no me dejaban avanzar, y que tenía miedo de sentir de nuevo esa sensación que sentí de pequeño.
Decidí tomarme un tiempo sin hacer deporte, reflexionar, disfrutar de mi familia y mis amigos. Me di cuenta de que lo que realmente me hacía feliz era hacer deporte para disfrutarlo, no convertirlo en una obsesión.
Conclusión
Hoy hemos visto un trastorno mental que ya es considerado una enfermedad, pues es la otra cara de la moneda de los trastornos dismórficos, como la anorexia. La vigorexia es una patología que es más habitual de lo que creemos.
Vemos muchísimas personas que entrenan para verse mejor, pero un número considerable de estas, lo más probable es que tengan un deseo obsesivo por alcanzar dicho cuerpo perfecto. Todo depende de nosotros, pues si queremos evitar la vigorexia, debemos ser conscientes de nuestras capacidades, de nuestras limitaciones y de los absurdos estándares de belleza que ha impuesto la sociedad.
Esperamos que el post de hoy les haya sido de ayuda y hayan aprendido algo más del alucinante mundo de la nutrición y el deporte. Nosotros nos despedimos aquí, pero solamente hasta el próximo post. Un saludo a todos de parte del equipo de MyFITBody, y recuerden… ¡siempre a tope!
Carlos J. Soriano Aisa
Entrenador personal y coach nutricional.
Cándido Jorge Alfaro IMPARABLE , Atleta de élite , Jugador profesional de Padel en el Ranking Mundial . Destacado entrenador de Padel, Word Padel Tour. Artículos[/et_pb_text][et_pb_code _builder_version=”4.4.1″ global_colors_info=”{}”]Tabla de contenido:
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